viernes, 22 de febrero de 2013

Comentario. Portada de San Pedro de Moissac


Título: Portada de San Pedro de Moissac.
Autor: Desconocido.
Cronología: el tímpano fue esculpido en el año 1115.
Estilo: Románico.
Técnica: Talla.
Material: Pidra.
Localización: Moissac, en el Languedoc (Francia).
Descripción / Composición.
Moissac presenta todas las características que definirán la portada románica: el portal se abocina gracias a la superposición de molduras que siguen la curvatura del arco (arquivoltas) y sitúan la puerta de acceso en el plano interior; las arquivoltas cobijan el tímpano, que se erige sobre un dintel apoyado en las jambas laterales y en el parteluz, elemento central que divide la puerta. El tímpano es el centro de atención del fiel y, en consecuencia, el espacio escultórico de la portada que presenta el programa iconográfico principal.
En Moissac las arquivoltas y jambas están decoradas con motivos vegetales y geométricos, lo que concede a todo el protagonismo al tímpano historiado. En él se representa al Pantocrator según Apocalipsis de San Juan. En el centro aparece Cristo en majestad sentado en un trono. En una mano sostiene el libro de la Ley y levanta la otra en actitud de bendecir. Aparece rodeado del tetramorfos, es decir, de los símbolos de los cuatro Evangelistas: el león representa a San Marcos, el ángel a San Mateo, el águila a San Juan y el toro a San Lucas. Franqueando a estos hay dos serafines o arcángeles muy estilizados y de gran tamaño que llevan rollos de plegarias.  
El conjunto se completa con los 24 ancianos del Apocalipsis ubicados en registros paralelos, que llenan el espacio restante adaptándose a la forma semicircular del tímpano, en la base forman un friso continuo. Las hileras de ancianos, que portan instrumentos musicales o copas de ofertorio, están separados por olas del mar de cristal mencionadas en el Apocalipsis y presentes también en las jambas. Los rosetones del dintel tienen esculpidas ruedas de fuego infernal. Los laterales de la portada refuerzan el mensaje a través de bajorrelieves con escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento y representaciones alegóricas de la avaricia y la lujuria (quienes estén dominados por los vicios no accederán al cielo).
La decoración se completa en las jambas, Isaías a la izquierda y San Pedro a la derecha; y en el parteluz se representa a las bestias del Apocalipsis, esculpidas en gran detalle.
Siguiendo las características del románico la figura de Cristo, siguiendo una estructura jerárquica, se sitúa en el centro y es de mayor tamaño. Aparece en posición totalmente frontal e hierática. El Románico sacrifica la representación realista en favor de un antinaturalismo y una simplificación que hacía más inteligible el mensaje que quería difundir y potenciaba la carga amenazadora (escena del alma del rico atormentado por los demonios). El resto de los personajes dirigen la mirada hacia Cristo, que es el centro de la atención. Los ancianos muestras posturas un tanto incómodas al girar la cabeza hacia arriba, y el tetramorfos intenta acoplarse en el espacio del que dispone.
No queda ni un lugar en el que no encontremos relieves (horror vacui). Esto imprime cierto movimiento a la escena totalmente simétrica, en la que predomina la horizontalidad, pero si nos fijamos veremos que los personajes son totalmente inexpresivos en sus rostros.
En esta obra se representa el Apocalipsis, un tema muy frecuente en las portadas románicas. En el tímpano aparece Cristo, que viene a la Tierra a juzgar a los vivos y a los muertos. Los laterales de la portada refuerzan el mensaje, pues en ellos se recogen escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento y alegorías de los vicios que impedirán a algunos llegar al cielo. 

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