viernes, 22 de febrero de 2013

Comentario. Pórtico de la Gloria.



Título: Pórtico de la Gloria.
Autor: Maestro Mateo. Conocemos su nombre por una inscripción en el dintel que soporta el tímpano. Es uno de los pocos artistas medievales conocidos, y se revela en esta obra como un escultor genial.
Cronología: 1118.
Localización: Interior de la fachado oeste (principal) de la catedral de Santiago de Compostela. Forma parte del nártex.
Técnica: Talla.
Material: Mármol y granito.
Dimensiones: 18 m (largo) x 11 m (alto).
Descripción / Composición
El Pórtico de la Gloria forma parte del nártex de la catedral, cuyos escasos 5 metros de anchura impiden una visión frontal completa. El recinto es el nivel superior de una cripta ideada por el maestro Mateo para compensar el desnivel de terreno que había entre la nave de la iglesia y la plaza exterior. El pórtico se estructura en tres vanos (protegidos por una especie de  pórtico) que coinciden con las naves de la iglesia. Acoge más de doscientas esculturas que recubren todo los elementos arquitectónicos.
El programa iconográfico tiene su punto neurálgico en el parteluz, presidido por la estatua sedente del apóstol Santiago, que acoge a los peregrinos. El tímpano del vano principal recrea el Apocalipsis: Cristo aparece en el centro, en actitud majestuosa (Pantocrator), mostrando sus llagas, rodeado por los cuatro evangelistas son sus símbolos (Tetramorfos), la arquivolta muestra a los ancianos del Apocalipsis; sobre el dintel , unos arcángeles portan símbolos de la Pasión, los espacios curvos acogen a los elegidos o bienaventurados, que el maestro Mateo plasmó como 38 figuras humanas (las doce tribus de Israel y la corte celestial).
En las jambas encontramos a los Apóstoles, en el pilar derecho, y a los profetas, en el pilar izquierdo.  Los profetas representan el Viejo Testamento, y los Apóstoles, el Nuevo Testamento.  Las dos jambas del vano central simbolizan los fundamentos de la ciudad descrita por el Apocalipsis, cuyas columnas son el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento (Profetas y Apóstoles).  En el pilar de los profetas (jamba izquierda), un apesadumbrado Jeremías refleja el sufrimiento que padeció a causa de sus profecías; Daniel sonríe porque anuncía la venida del Salvador; Isaías sostiene un pergamino, y Moíses levanta las Tablas de la Ley en sus manos. En la jamba derecha, el pilar de los Apóstoles presenta a San Pedro con las llaves del Reino de Dios, a San Pablo y a San Juan.
En los laterales del pórtico, ángeles con trompetas anuncian el Juicio Final, su sonido congregará a los elegidos desde los cuatro puntos cardinales. La ornamentación escultórica de la arcada izquierda del Pórtico está dedicada a la Ley de Moisés y la derecha, al Juicio Final.
Puesto que se trata de una obra románica, sigue las características propias de la escultura, por lo que se transmite grandeza y majestad. Pero adelanta algunos de los aspectos que veremos más tarde en el Gótico. El relieve, en algunas zonas, se ha convertido casi en bulto redondo, como en el caso de Cristo o los ancianos. Las estatuas de las jambas casi se han independizado del soporte, se manifiesta un tratamiento individualizado de los personajes (rostro y cabellos) cercano al retrato, y en la expresividad facial. El maestro Mateo imprime a sus figuras movimiento y dinamismo (pliegues de los vestidos)  que hace que pierdan la frontalidad y la rigidez románicas, aumenta la expresión de manera que parece que se interrelacionan entre ellas e incluso sonríen. Esto último supone un gran paso hacia el naturalismo que, a partir de ahora, marcará el camino de las artes figurativas.
Las esculturas están talladas en granito y mármol, y conservan restos de su policromía. 
Las esculturas del Pórtico de la Gloria cierran el periodo del arte románico y preceden a la aparición del Gótico. Por ello se considera una de las obras fundamentales del arte medieval. 

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