domingo, 3 de febrero de 2013

EL ARTE ROMÁNICO


1. INTRODUCCIÓN.

El Románico fue el primer estilo internacional de la cultura occidental, expresión artística de una Europa unida culturalmente por el Cristianismo. Recibió este nombre en el siglo XIX, por considerarse erróneamente, que sus formas venían determinadas por las del arte romano (lo cierto es que tiene influencias de otros muchos estilos como el paleocristiano, bizantino, prerrománico, islámico).

Su cronología va del siglo XI al XIII y se distinguen varias etapas:
Primer Románico (1000-1075).
Románico Pleno (finales del s. XI hasta mediados s.XII, 1075-1150).
Románico Tardío (segunda mitad del siglo XII y primeros años del s. XIII), donde parte de este período convivirá con el
Gótico.

2. ORIGEN DEL ROMÁNICO: CONTEXTO HISTÓRICO.

A) TERROR AL MILENIO.

Durante el siglo X y sobre todo a finales, una serie de crisis, invasiones y epidemias habían generado un clima de angustia, una “Histeria Colectiva” que hablaba del fin del mundo; un terror que propagaba la iglesia del año 1000, sobre todo con el Apocalipsis del San Juan. Sin embargo, pasado el año mil va a dominar un sentimiento de piedad y de exaltación de la fe, que se expresará en el arte religioso, aunque abundarán los monstruos, visiones infernales así como la idea de colocar el Juicio Final a la entrada de los templos.


B) VÍAS DE DIFUSIÓN.

En el siglo VI se fundó la Orden benedictina (que sigue la regla de San Benito), basada en la idea de una vida en común dedicada a Dios y bajo el lema “ora et labora”. Los monjes debían guardar tres votos de pobreza fundamentales: obediencia a su superior, castidad y pobreza. Este modelo de vida ejemplar contagió a la sociedad laica, consiguiendo por ejemplo, que la aristocracia feudal se relacionara con las grandes abadías para asegurar la salvación eterna mediante donaciones económicas y agrarias.

Esto condujo a un enriquecimiento y lujo contrario al voto de pobreza y por ello, a finales del siglo XI el monaquismo benedictino tuvo que ser reconducido mediante la llamada Reforma Cluniacense iniciada en Cluny (Borgoña). Esta se impuso por toda Europa y tuvo un destacado papel en la reforma eclesiástica, en el fomento de las peregrinaciones y en la construcción de abadías a través de las que se difundió el nuevo estilo arquitectónico y decorativo del Románico por toda la Cristiandad.

Se puede decir entonces que en la creación y difusión de este estilo artístico por el Occidente europeo desempeñaron un papel esencial los benedictinos cluniacienses (los monjes de este orden fueron sus introductores y los primeros en emplearlo en sus templos) y los caminos de peregrinación (principalmente el dirigido hacia Santiago de Compostela).

C) FACTORES QUE CONDICIONAN EL ARTE ROMÁNICO.

Una sociedad feudal con una implantación fundamentalmente rural, dominada por la nobleza y la iglesia cristiana. Castillos y sobre todo, monasterios e iglesias son las construcciones esenciales de la época.
Un enorme poder de la Iglesia, que se ejercía a través de los monasterios.
La iglesia de pequeño o mediano tamaño, es la manifestación arquitectónica más generalizada, aunque también se construyeron grandes edificios.
Un marcado interés por la perdurabilidad, que obliga a un tipo de arquitectura sólida y duradera.
Las peregrinaciones que contribuyen a su expansión por el territorio europeo y que servirá para visitar las reliquias de santos.

3. CARACTERÍSTICAS y ELEMENTOS DE LA ARQUITECTURA ROMÁNICA.

3.1. CARACTERÍSTICAS.

La aportación arquitectónica es lo fundamental en el Románico, supeditándose a ella la escultura y la pintura.


Casi todos los elementos de la arquitectura románica (muros de sillares, columnas y pilares, arcos de medio punto, bóvedas de medio cañón) pueden encontrarse en los estilos precedentes, pero ahora aparecen con un espíritu nuevo.


La mayor parte de las construcciones son edificios religiosos, iglesias, catedrales y monasterios, aunque no faltan las construcciones civiles, palacios urbanos y, sobre todo, castillos.


3.2. ELEMENTOS DE LA ARQUITECTURA ROMÁNICA.

3.2.1. ELEMENTOS SUSTENTANTES.

LOS MUROS: el material fundamental es la piedra labrada en sillares regulares y que se dispone en los muros exteriores. Los muros se rellenan con materiales de menor calidad como el ripio, pequeñas piedras irregulares en el núcleo de las paredes por lo que se mezcla la mampostería con argamasa (cal, arena y agua), que abarata el coste y da flexibilidad.
El Románico crea edificios muy pesados en donde predomina el macizo sobre el vano y de interiores muy oscuros. Las ventanas son escasas y pequeñas. Todo ello se debe fundamentalmente a motivos técnicos, pero también a un deseo de crear un espacio de recogimiento y oración.



LAS COLUMNAS: son columnas de fuste cilíndrico y liso y no respetan las proporciones clásicas. A veces tienen una escultura adosada, sobre todo en las jambas de las portadas. En edificios de poca altura suelen ser dobles (pareadas) sobre todo en el claustro de los monasterios.


LOS CAPITELES: se abandona cualquier recuerdo de los órdenes clásicos. Son frecuentes los de decoración vegetal o con figuras humanas o de animales, reales, fantásticos o monstruosos. Destacan a nivel iconográfico formado por un relieve donde se narran escenas sagradas del Antiguo y Nuevo Testamento o la vida y milagros de mártires y santos. Estos capiteles tienen un claro sentido didáctico, sobre todo en una época en la que sólo unos pocos privilegiados sabían leer y escribir.


LOS PILARES: Elementos sustentantes verticales, robustos, funcionales, generalmente exentos y de secciones poligonales. Al igual que las columnas pueden tener basa y capitel. Puede aparecer con forma cilíndrica pero predomina el cuadrado con columnas adosadas en sus cuatro lados, dando lugar a pilares cruciformes.



CONTRAFUERTE: Se trata de una construcción maciza a la manera de una pilastra, adosada al muro y que sirve para contrarrestar los empujes de la bóveda y para reforzar los muros en general. (Se llama también estribo o machón).



3.2.2. ELEMENTOS SOSTENIDOS.

ARCOS. Destaca el de MEDIO PUNTO. Se inspira en el arte romano, es semicircular y descarga los empujes lateralmente. En ocasiones puede aparecer el ARCO PERALTADO (con un peralte rectilíneo sobre el que se apoya).




BÓVEDA DE CAÑÓN. Sustituye a la madera (de las cubiertas paleocristianas) para evitar los incendios. Es la originada por el desplazamiento de un arco de medio punto a lo largo de un eje longitudinal. Se suele poner en la bóveda central. A lo largo de su recorrido longitudinal suele verse reforzada con arcos fajones (por lo que es un arco dispuesto trasversalmente al eje de la nave, que ciñe la bóveda descansando en pilares que al exterior coincide con los contrafuertes). Estos arcos tienen la ventaja que si hay un error de construcción en una parte no afecta a toda la iglesia. También en la bóveda de cañón existen unos arcos paralelos al eje de la bóveda, que se llaman arcos formeros, que sirven conjuntamente con la columna o el pilar sobre el que se apoya para unir y a la vez separar las naves contiguas (que está al lado).


BÓVEDA DE ARISTA (dos bóvedas de cañón cruzadas) para las naves laterales, normalmente en tramos cuadrados. Estas bóvedas contrarrestan los empujes de la nave central, transmitiendo los empujes de esta hasta los potentes muros y contrafuertes.


LAS BÓVEDAS DE CUARTO DE ESFERA. Los ábsides (de planta semicircular) y absidiolos (pequeños ábsides situados en la cabecera) se cubren con bóvedas de cuarto de esfera.



BÓVEDAS DE CUARTO DE CAÑÓN. Generalmente este el tipo de bóveda también se utiliza para la cubierta de las tribunas, con la función de pasar los empujes de la cubierta central hasta el exterior.



LAS CÚPULAS. En el espacio central del crucero suele disponerse una cúpula, sobre trompas si su base es octogonal o sobre pechinas si es circular. Cuando el conjunto se alza al exterior en forma de torre se denomina cimborrio.




 TRIBUNAS: Son galerías construidas sobre las naves laterales con comunicación a la nave central a través de ventanas llamadas triforio). Las tribunas son una evolución del matroneo paleocristiano (en las basílicas las mujeres se situaban ahí para seguir la misa). En las iglesias de peregrinación servirá para dar luz albergar a más fieles y peregrinos (también para la ventilación).


CIMBORRIO: es una torre cuadrangular u octogonal situada sobre el crucero, cubierto al interior por una bóveda o una cúpula. Se suele apoyar sobretrompas o sobre pechinas, que sirve para pasar del tramo de la base cuadrada o rectangular a la octogonal o circular de la cúpula. El cimborrio sirve además para dar altura e iluminación.




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